Se llamó así a los inmigrantes antillanos de habla inglesa, provenientes de las islas de Barlovento y las Bahamas, que conservaron rasgos de la cultura inglesa mezclados con la africana, transferida por los esclavos y sus descendientes. El término cocolo, según Miguel Alfonso, les fue puesto a los braceros barloventeños a su llegada al país, particularmente a San Pedro de Macorís, por los braceros azucareros dominicanos, quienes procedían en gran parte del suroeste dominicano, donde llamaban cocolos a los negros haitianos que atravesaban la frontera.