Poeta y educador. Nació en El Seibo y murió en Santo Domingo. Completó la educación elemental en su pueblo natal. Posteriormente se trasladó a la capital, donde se recibió de maestro. Laboró como profesor de educación primaria en varias escuelas de Santo Domingo. Con Domingo Moreno Jimenes y Andrés Avelino García, fundó el postumismo, movimiento poético de principios del siglo XX. Su casa se convirtió en el punto de reunión de los postumistas y sus adeptos. En 1935, sus amigos del grupo literario La Cueva lo designaron temporalmente sumo pontífice del postumismo. Su producción literaria, muy reducida, fue divulgada en periódicos y revistas locales y el grueso de ella compilada por Manuel Rueda y Lupo Hernández Rueda en su Antología panorámica de la poesía dominicana contemporánea, en 1972. Entre sus poemas sobresalen Viernes, Invocación, Lejanías, Transmigración y Ausencia. No dejó ningún libro publicado, pero su nombre figura entre los forjadores del discurso poético dominicano moderno.
Lo más grande
A mi estimada amiga Mercedes Benedicto
¡Amor de madre! Amor acá en la tierra
Imagen pura del amor divino;
Sentimiento clarísimo que encierra
Cuanto hermoso de cielo al mundo vino;
Iris de paz en la continua guerra
De las pasiones que nos dio el destino,
Bálsamo celestial, gozo del alma
Puerto seguro de apacible calma.