Poeta. Nació y murió en Santo Domingo. Su gran aporte fue el poema Mi vaso verde, publicado en 1903, con el que la poesía dominicana se incorporó plenamente al modernismo, según Max Henríquez Ureña, o al simbolismo, según Manuel Rueda. Una gran amistad la unió al poeta Osvaldo Bazil, del que se dice estuvo enamorada. Pero tan brillantes perspectivas terminaron en una tragedia personal: perdió la razón siendo aún muy joven y terminó su vida en el manicomio Padre Billini, entonces situado en la parte sur del antiguo convento de San Francisco. De acuerdo al psiquiatra Antonio Zaglul, padecía una esquizofrenia de tipo paranoide cuya primera explosión psicótica apareció a la edad de 38 años. No tuvo tiempo de escribir su obra, de la que apenas ha llegado a nosotros un par de poemas menores y dos escritos en prosa de gran fuerza poética publicados en La Cuna de América. Sorprende que una muchacha de 17 años, en sus inicios poéticos, haya producido versos tan depurados, tan avanzados en su factura y en sus imágenes como los de Mi vaso verde. La mayoría de sus escritos los firmó con el seudónimo de Violeta de la Fronda.
